Ano 23 de la Nueva Era....
Es sorprendente como los hombres (humanidad) nos ponemos objetivos que buscan marcar alguna trascendencia global en nuestra psique. Hablo en general mas que por conocimiento, por simple miedo a estar solo en ese aspecto. Marcar mi existencia en determinado punto y hacer que todo se transtorne a partir de ese punto.
Y sin embargo... ahí estamos....
"I´ll be the one who proctects you from your enemies and your choices son..."
ba.... pequeñeces... solo pequeñeces.... ahora si ya no entiendo que estaba tratando de decir.... como siempre.... as usual...
Los dejo con algo raro:
Año 23 de la nueva era
Así recitaba el titular del periódico que leía. "Año 23, ya tanto ha pasado...", se dijo entre suspiros y mirando a la periferia. Artol 34 pensaba y analizaba en el sin numero de cosas que habían pasado en ese tiempo. Tanto había pasado yo por esos lugares después de la gran revolución de los Sedicioncitas, pero tanto o no, a el no le interesaba. Perdido entre sus memorias recordaba la vida del antiguo régimen. Bondad era la palabra quer llenaba sus recuerdos, recuerdos hermosos de sus viajes y de toda las razas que conoció. Tantos mundos distintos y formas de ver al universo. Tanto vivió y 23 años habían pasado ya desde su última gran aventura.
Viviendo en el anonimato cualquiera piensa que puede empezar una vida nueva en un lugar lejano al de origen. El sabia perfectamente que no era cierto, un universo de posibilidades pasaron a través de sus manos y ahora solo quedaban los recuerdos. Los recuerdos de sus acciones, de sus decisiones, de sus errores.
"He sobrevivido y e vivido", se repitió a si mismo. No sonaba convencido. Volvió a suspirar y mirando el atardecer desde ese particular expendio de bebidas cafinicas con su deliciosa Melange a las orillas del lago Resurrección, pensó, "... esta barca me llevara a tu sueño...", su semblante cambio y se lleno de asombro hacia lo que acababa de pensar. Hay frases que representan mucho mas de lo que dicen. Hay palabras que se mezclan y conjugan, viajan y desencadenan el recuerdo. La vejez no asegura la sabiduría, aveces el solo recuerdo mecánico de una frase dicha hacía ya mucho tiempo, desencadena las vivencias y el dolor.
Cualquiera pensaría que un aventurero, es aquel que al ver como su vida empieza a llegar a su fin, miraría atrás y diría "He sobrevivido y he vivido", pero al pasar de los años Artol 34 aprendió, que no solo el vivir hace a uno quien es, sino que tanto ha dejado de vivir. Viviendo de apariencias y buscando mantener una estabilidad mágica en su existencia, llenarse de viajes y aventuras, rodearse de tantos desconocidos de tantos orígenes distintos que lo acompañaron y le dieron tanto que aprender, solo llenaban ese hueco y vació que sentía.
La tarde transcurrió como tantas. La rutina que lo envolvía era aun mas poderosa que su voluntad de hacer. Pero pensaba, "ahora soy un clandestino, un fantasma de mis acciones, debo permanecer como soy, solo un colono más". Leer las noticias mientras degustaba su vicio, lo mantenían al tanto de todo lo que pasaba, pero ahora solo era un ser mas en ese pululante puente de comercio que se había convertido Arrakis. El heroe que se ha desvanecido a leyenda.
"Aquellas noches negras y rojas que compartíamos...", recito eso como si fuese alguna oración que el antiguamente rezaba y ahora solo recordaba con nostalgia.
"... y ahora quien quiere vivir para siempre... ", y una lagrima recorrió su mejilla perdiéndose en su delineada barba. "Tanta soledad durante tanto tiempo y yo tan clandestino y lejano en tiempo y espacio de mis recuerdos.".
Anexo 87 de la memoria de Artol 34
Nuestro compartir, el clandestino y la Posibilidad:
Ante ti solo espero poder ser...
Tus sueños y mis sueños son dos pequeñas gotas de agua tan similares la una de la otra. Pequeñísimos instantes en que todo es posibilidad y perdemos toda pertenencia contra lo que nos agobia y vacía. Tanta mutua existencia de igualdades y diferencias, que complementan los silencios. Tanta belleza en esa Posibilidad que ante la Ausencia y el Miedo que nos envuelve, nos da a buscar un balance entre nuestras existencias.
En un mundo que nos exige tanta realidad, vivir de sueños ya no es prudente. Pero perdernos ante esa realidad es casi como sacrificar la poca esperanza que nos promete seguir con vida. Balance... equilibrio... encontrar un espacio, un submundo, un templo, una fortaleza. Solo continuar, solo, tan solo...
Surcando los mares cósmicos, la barca que me llevara algún día a tu sueño, seguirá. Impulsada por los vientos de la Posibilidad, combatiendo las tempestades de la Ausencia, la realidad inclemente y los monstruos del Miedo...
posted by Héctor Lamadrid at
8:52 AM
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