Perdidos entre la realidad y la verdad...
La verdad toca las cuerdas mas sensibles del hombre... aquellas que nos ponen en contacto con la naturaleza y nos hacen parte del todo, pero que son las mismas que nos ponen en contacto con el YO animal. La sutileza con el que la verdad afrenta a la podredumbre y la carencia de espíritu, quizás nunca ha sido tan bien plasmada como cuando un hombre vive en feliz armonía con sus convicciones y su modo de vida.
¿Por qué los valores humanos se encuentran tan encontrados con la efímera y superflua forma de vida de esta época?
La realidad es aquella que amalgama todas nuestras perspectivas del mundo interno y su relación con el mundo externo. Nuestra realidad es esa frontera de transacciones químicas y eléctricas. Nuestra realidad es aparente y parcial, nunca se compara con la verdad, porque son instantes distintos.
Desafortunadamente para ese pequeño numero de seres humanos pensantes que buscan desafiar los limites del pensamiento, vivimos en un universo de trivialidad y banalidad tajante y vil, donde los hombres se catalogan por orden de importancia y de efecto. Básicamente este mundo ha oviado y olvidado el verdadero respeto del mundo y del hombre mismo. Nuestra generación de nombres ridículos y de una sociología primitiva (X, Y, Z etc etc), se encuentran a la vanguardia en el anteponer al respeto de las mas básicas actividades humanas, al desarrollo de técnicas y tácticas de adulación a otros grupos que se dedican a lo mismo.
Vivimos en una época cargada de información, donde la que abunda es incierta y llena de pretensiones, y la escasa, aquella que es la necesaria para el crecimiento de una sociedad humana, se encuentra encriptada y oculta de quienes la buscan. Hemos perdido la identidades básicas de la sociedad (si es que alguna vez se formularon), los valores son solo pretextos publicitarios, el pudor y el moralismo se han convertido en significado de podredumbre e impunidad. Los sueños ahora son productos de mercadotecnia. Las ideologías, recuerdos de que alguna vez el hombre peleaba por sus pensamientos. Las convicciones, discursos falsos y tristes de hombres que engañan y se engañan.
Nunca como ahora, el mundo se ha convertido en un paraíso para la desdicha y la explotación. La historia que siempre nos ha protegido con su brazo de comprensión, ahora se ha sentado a esperar a que la busquemos y le aprendamos. El oscurantismo ideológico y filosófico, que afrenta al mundo esta por terminar de despedazar la mas mínima esperanza de sueños de los mas pequeños de sus hijos.
Es un triste mirar... es un triste pensar... pero cuanto tiempo mas el hombre debe esperar por su despertar?
La semilla de la discordia germina con creces en los últimos tiempos, sin identidades ni naciones que defiendan su pensar, la discordia y el caos se nutre de los sueños de trizas hechuras y realidades vanas.
Cuanto amor y felicidad compra el petróleo? Cuanta seguridad y hermandad compran las guerras? Cuanto mas?
Ahora la historia nos vuelve a contestar, y nos dice... mucho tiempo... mucho... y podremos seguir así por generaciones y el mundo se va a seguir hundiendo en el oscurantismo y las religiones llegaran y los dioses nos abandonaran... Cuanto tiempo mas antes del despertar?
A tanta ciencia y tecnología, a tanta sofisticación y refinación de los gustos, a tanta muerte y explotación.
La libertad... cuando llegara la libertad?... la verdadera acción humana de sentirse uno consigo y con todo el mundo.... Solo queda actuar... abandonar el discurso, verdaderamente sentir y SER...
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